Volar autónomamente pero no solo
Desde el comienzo de los tiempos, el hombre ha querido volar. Ahora, un grupo creciente de entusiastas está construyendo sus propias aeronaves que se elevan, pero sus pilotos nunca remontan vuelo.
Estos pilotos están construyendo aviones teledirigidos (también conocidos como vehículos aéreos no tripulados), que se hicieron famosos a través de su uso en el ejército. Ahora, la tecnología que se puede adquirir con facilidad permite que los adeptos vayan al cielo para tomar fotos, crear mapas e incluso entregar cartas de amor como si fueran palomas mensajeras robóticas.
El lugar en el que se reúnen para compartir su pasión es DIYDrones.com.
El fundador de la comunidad es Chris Anderson, ex editor de Wired Magazine y éxito de ventas del New York Times de The Long Tail y Free.
“Estaba en un viaje de descubrimiento sobre aviones teledirigidos y, como me gusta la Web, mi instinto fue hacerlo en público. Cinco años antes, eso habría significado escribir un blog. Pero las redes sociales son la mejor opción, por lo que decidí compartir mi viaje en Ning, una plataforma que permitía que otras personas se unieran”.
Cuando Anderson inició su comunidad, quería un sitio que incentivara a la gente a participar. “Esperaba que yo me convirtiera en el elemento menos importante de ella… Quería iniciar una conversación y dejar que los demás la llevaran adelante. Y eso es lo que sucedió”.
Grandes mentes, trabajando juntas
Las comunidades tienen que ver con las conexiones y relaciones entre los miembros. Y están floreciendo en la comunidad de DIY Drones, que creó el primer “piloto automático universal” del mundo. Esos tipos de logros requerían un espacio en el que grandes mentes pudieran colaborar.
“Nuestra comunidad tiene más de 100 desarrolladores que crearon el programa Arduino más grande que se haya escrito. La belleza de Ning es que como es de carácter social, es entre pares. Los miembros pueden enviarse mensajes privados para crear conexiones y trabajar juntos; no es necesario que lo hagan a través mío”, dice Anderson.
“Todos los miembros tienen un empleo habitual u otra imagen, pero para satisfacer su pasión por los aviones teledirigidos vienen aquí. Muchos trabajan en Google o Microsoft de día y luego trabajan en proyectos de código abierto para aviones teledirigidos de noche. No podríamos haberlos encontrado de otra forma. Y tampoco podríamos pagarles. Pero como hicimos todo en Ning en un sitio comunitario, ellos nos encontraron y se ofrecieron como voluntarios.
Para mí, la principal medida de nuestra comunidad es lo que construimos juntos: tecnología de calidad aeroespacial por parte de voluntarios”.
Nuevos negocios
Anderson no sabía que esta comunidad también le cambiaría la vida.
“Pude renunciar a mi trabajo y dirigir esta empresa. No estaría aquí sin Ning”.
“Mi esperanza original para la comunidad era que personas inteligentes se reunieran y crearan algo impresionante; y para mi sorpresa, ¡eso es justamente lo que sucedió!”, dice.
A través de su comunidad de Ning, Anderson conoció a Jordi Muñoz, quien se convirtió en el cofundador y director ejecutivo de su nueva empresa, 3DRobotics. “Todos los días, él usaba Google para ver lo que otras personas estaban haciendo, pero no encontraba nada. Un día, hizo otra búsqueda en Google y yo recién había lanzado DIY Drones ese mismo día. Nos encontró. El primer día tuvimos probablemente 30 miembros, y él publicó un video de él volando un helicóptero con un controlador Wii”, explica Anderson.
“Hoy, es el director ejecutivo conjunto de una empresa multimillonaria con 50 empleados, tres oficinas y dos fábricas. Como nos conocimos e hicimos todo nuestro trabajo en Ning, no lo conocí personalmente durante dos años y ni siquiera sabía que solo tenía 19 años y vivía en Tijuana. Tampoco importó”.
La empresa ha recaudado USD 5 millones en capital de riesgo y pone más aviones teledirigidos en el aire cada año que la flota completa del ejército estadounidense.
Crear oportunidades
“Desde cualquier punto de vista, logré lo que me propuse, que fue convertir este en el lugar principal de información, personas y proyectos en torno a una industria emergente para llenar un vacío en el mercado.
“No solo iniciamos muchos proyectos, sino que se han generado empresas gracias a nuestra comunidad”.
DIY Drones se ha convertido en un lugar de desarrollo para nuevos negocios. “Decenas de miembros han iniciado empresas locales que distribuyen equipos y que prestan servicios a Hollywood, la agricultura, búsqueda y rescate, la policía y los bomberos”.
Dirigir una comunidad
DIY Drones tiene 34 000 miembros y recibe más de 2 millones de visitas por mes. Si bien crece a un ritmo constante y genera su propio impulso, Anderson dice: “Una comunidad es un proceso; no se lo inicia y después se lo entrega. Se la dirige todos los días, y puede ser un empleo a tiempo completo en algunos niveles”.
“Ser el creador de una red significa que eres el director de marketing. Debes usar todas las herramientas que tengas a disposición, principalmente, los medios sociales”.
“Cuando los usuarios sienten ‘Este es nuestro hogar’, la comunidad se convierte en el sitio para compartir nueva información sobre aviones teledirigidos. Los miembros hacen publicaciones aquí primero y, luego, otros establecen vínculos a sus publicaciones en otros sitios, lo que trae nuevos miembros”.
Anderson tiene más consejos para otros creadores de comunidades:
- “Para reunir a la gente, ayuda tener un enfoque muy claro. Identificamos un nicho no satisfecho en el mercado, y no existe ninguna confusión con respecto a quiénes somos y por qué quisieras estar allí”.
- “Crea tu página de inicio de modo que sea fácil para usar para los nuevos miembros. Nos dimos cuenta de que tener más imágenes los ayudaba a tener una mejor idea de que lo hacemos”.
- Para ayudarnos a dirigir el sitio, tenemos muchos moderadores. Para encontrar moderadores entre los usuarios, busca a la gente más activa, constructiva y útil. Estas personas deben tener el tipo de personalidad que es amable con los demás y buena con los recién llegados”.
- “Envíale una nota donde le agradeces por ser un tan buen miembro de la comunidad y le preguntas si le gustaría ser moderador. Tenemos un grupo privado solo para moderadores, donde aprenden cómo hacer el trabajo, qué requiere, pautas, hojas de estilo y un foro privado para que puedan conversar sobre sus desafíos y ayudarse entre sí”.
Como editor de una revista durante mucho tiempo, Anderson aprendió a ver que una comunidad tiene vida propia. “Esta no es la revista que crearía si la creara yo solo. Puede tomar direcciones que me enfurecen y me hacen poner ansioso, pero esa es la belleza de la comunidad: el mercado vota y va en su propia dirección”.